Por Miguel Ángel Pichardo Reyes
La Psicoterapia Corporal Neoreichiana tal como la planteamos desde nuestra escuela de AlterSoma, postula una visión biodinámica del continuum clínica-terapéutica. Este planteamiento es distinto al de la visión biomédica de la psiquiatría, aunque tenga como base los hallazgos clínicos expuestos en su nosografía. Sin embargo, aunque parte de los criterios diagnósticos, de ellos no se desprende necesariamente un tratamiento conductual o psicofarmacológico, sino que esta aproximación biodinámica nos permite comprender los aspectos psicosociales o contextuales donde se entretejen el cuerpo (el cerebro), la mente (la palabra y la conciencia) y la energía (las sensaciones).
La aproximación biodinámica surge de un paradigma distinto al de la biomedicina psiquiátrica. Mientras que la aproximación biomédica proviene del paradigma dualista y mecanicista, la aproximación biodinámica proviene del paradigma holográfico, monista y holístico.
La palabra “biodinámica” es un neologismo compuesto de dos partes: bio y dinámica. Bio proviene del griego “bios”, traducido normalmente como vida en su aspecto más concreto y material. Y dinámica, que proviene del griego “dinamos”, que sería potencia o fuerza. De esta forma la palabra biodinámica se asemeja a los conceptos orientales del Ki japonés, el Chi chino y el Prana hindú, y podría traducirse como “energía vital”. Cuando hablamos de aproximación biodinámica trataremos de integrar la visión oriental de la energía vital con la visión occidental de la vida celular, y de forma particular los hallazgos de Wilhelm Reich sobre la Energía Orgónica.
Podríamos definir la perspectiva biodinámica como el estudio de los procesos de la energía vital que subyacen a los fenómenos celulares, orgánicos y psíquicos, entendiendo estos procesos en distintos niveles de complejidad de interconexión que permiten comprender el funcionamiento de la vida en tanto potencia, pulsación, autorregulación y desarrollo.
La Psicopatología Biodinámica es una aproximación que comprende los trastornos psicológicos y psiquiátricos como desequilibrios biodinámicos que afecta en diferentes niveles el desarrollo funcional de la energía vital. Esta aproximación también integra la visión holográfica del cuerpo, y de forma particular de la red celular, pues es a través de ésta por donde fluye la energía vital de forma no-localizada, tal como se presenta en la acupuntura. En este sentido el cuerpo holográfico se encuentra compuesto por diferentes capas o estratos de tejido energético, diferenciados como campos, centros y flujos, los cuales coexisten con los tejidos celulares, órganos y sistemas.
Mientras que la aproximación mecanicista apela a una metáfora del cuerpo como compuesto por partes con funciones autónomas, la aproximación biodinámica apela a la metáfora del jardín, entendiendo al cuerpo como una atmósfera donde todos los elementos son interdependientes y el más mínimo desequilibrio afecta a la totalidad del sistema. Ahora bien, mientras que en la visión mecanicista cada parte se encuentra ensamblada con otras partes, y cada parte de única, en la visión biodinámica una parte contiene a las otras partes, de tal forma que el todo se encuentra codificada en la parte, lo que en física cuántica se denomina como orden implicado o la lattice.
La nosografía psiquiátrica expuesta en los distintos trastornos nos servirá de guía para comprender el orden implicado o la lattice que subyace al conjunto de signos y síntomas, por lo que el conocimiento de los principios de la Medicina Tradicional China será fundamental para comprender la biodinámica de los desequilibrios a partir de la doctrina de las cinco transformaciones.
Entendemos por psicopatología a los estados mórbidos de la conciencia, la sensopercepción, el tejido celular, la bioquímica de los neurotransmisores, el entendimiento, el raciocinio, la afectividad, la voluntad, el comportamiento, las relaciones, y todas aquellas funciones psíquicas alteradas por distintos factores biopsicosociales.
Los estados mórbidos nos hablan de cierta constancia temporal en la fenomenología del malestar, esto es, no son respuestas efímeras, sino patrones de respuesta mórbidos que se sostienen en el tiempo. Estos estados mórbidos son dinámicos en el sentido de que cuentan con sus propios procesos, tendiendo a cumplir ciclos en diferentes tiempos de acuerdo a la estructura del carácter. En su dimensión semiológica de signos, y en su dimensión hermenéutica de síntomas, los estados mórbidos variarán en su desequilibrio, en su aparición objetiva y en su expresión subjetiva.
En todo caso lo mórbido o psicopatológico no beben confundirse con su etiqueta, y mucho menos con un estigma. Al contrario, la psicopatología biodinámica debe brindar comprensión, empatía y esperanza, y desde un punto de vista político y económico, propiciar la liberación y emancipación de los factores psicosociales que producen el malestar, aspecto altamente desarrollado por Reich desde la perspectiva freudomarxista.
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